jueves, 30 de julio de 2009

El destino de las maravillas El Heraldo 30-07-09

El destino de las Maravillas
Por edgar polo
Pocas regiones en el mundo han sido dotadas por la naturaleza con especial magnificencia como el Magdalena. La Sierra Nevada de Santa Marta, La Ciénaga Grande del Magdalena, El Parque Tayrona, La Isla de Salamanca y un sin fin de playas y ensenadas todas diferentes que compiten en exuberancia y belleza desafiando la inspiración del elemento humano.
Adicionalmente, su localización geoestratégica, multidestino turístico, la variedad climática, la profundidad de sus bahías harían pensar que con este inventario estaban dadas las condiciones para que la región se posicionara como número uno en desarrollo y calidad de vida.
La realidad es bien distinta. Que se ha hecho con todo este potencial y acervo sin igual? La Sierra Nevada, macizo montañoso único a la orilla del mar, ha sido objeto de depredación como consecuencia de los asentamientos incontrolados de los desplazados por la violencia. Fue convertida en fortín para el cultivo y tráfico de estupefacientes, matriz de violencia que generó el conflicto social y la delincuencia organizada. Hoy la Sierra que debía ser la fábrica de agua más importante del litoral está padeciendo las consecuencias, solo cuenta con un 13% de sus bosques naturales, sus fuentes hídricas se secan y lo que debería ser un emporio de verdor y naturaleza se va transformando en un monumento a la tristeza.
El parque Tayrona, creado en 1969 mediante una resolución del Inderena con unos límites caprichosos, incluía la población de Taganga, que por mil razones no podía estarlo, pero no la tierras hacia el norte del Río Piedras, que entre otras cosas tienen mas verdor, ríos, flora y fauna que el actual delineamiento y con mayor justificación de parque natural. Parece ser que originalmente era del Piedras hacia arriba pero como estas tierras pertenecían entre otros a Mario Laserna, Carolina Isackson de Barco, Emilio Urrea Delgado, Hans Klotz, decidieron que debía quedar donde está actualmente, no obstante que sobre este predio existen títulos legítimos a nombre de familias de Santa Marta, a quienes nunca se les ha dado ni siquiera explicación sobre la afectación de su patrimonio por cuenta de la decisión gubernamental. El Tayrona ha sido, desde los tiempos de su creación, producto del abandono estatal lo que ha permitido que haya sido asiento de criminales y traficantes de drogas y armas, que no tenga infraestructura mínima ni los recursos necesarios para su sostenibilidad.
Del imponente rosario de bahías de las que destaca la de Santa Marta, dos terceras partes han sido destinadas a actividades en contravía de su potencial y belleza, lo que puede corregirse si existe la voluntad política. No tiene sentido que el Batallón Córdova ocupe una tercera parte de la bahía cuando su función y operaciones son en el área rural. Otra cosa es que el Ejército de Colombia debe tener su área de vacaciones donde actualmente se encuentra, dejando el resto para que Santa Marta pueda desarrollar urbanísticamente tan importante área.
La otra tercera parte de la Bahía la tiene el Puerto, que está en el lugar equivocado. No obstante tener un calado natural que permite embarcaciones medianas, lo reducido de su área no le permite desarrollo puesto que realmente tiene 3 puntos de amarre. Ampliar sus patios significa quitarle espacio a Santa Marta. No tiene las condiciones para ser competitivo. El desarrollo de Santa Marta exige un rediseño de manera que se convierta exclusivamente en puerto turístico, con desarrollo hotelero y comercial que genere empleo y riqueza para la ciudad. Será que le damos vuelta al destino?

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