jueves, 13 de agosto de 2009

Después de las Noticias

Por Edgar Polo
Un análisis ex post facto de los acontecimientos es útil y permite discernir en la cascada de noticias que nos presentan los medios de comunicación con el sesgo del rating, sometiéndonos generalmente a padecer por sus apocalípticas interpretaciones aunque hay casos en que la cosa es distinta.
Ejemplos tenemos a granel, la crisis económica mundial, la pandemia de la gripe porcina, el sida, el calentamiento global, etc. Un análisis frío de los hechos nos permite aproximarnos a otra realidad.
El caso de las relaciones con nuestra hermana Venezuela es patético. Lo único seguro es que cada día están peor y que en el corto plazo va a ser muy difícil reconstruirlas, por lo menos mientras esté de por medio el Señor Chávez, independientemente que en Colombia tengamos o no al Presidente Uribe. El caso no es de congruencia de personalidad, va más allá. Como dice la Biblia, por sus obras los conoceréis.
Uribe recién elegido realizó un recorrido por países de Suramérica, entre otros Brasil y Venezuela con el fin de conformar un frente internacional contra la guerrilla de las Farc, la respuesta de Chávez fue de “neutralidad en el conflicto interno Colombiano”, lo que no se explica, si es reconocida como terrorista por la comunidad internacional.
En adelante los sucesos llevaran la impronta de un anti colombianismo que seguramente esconde otros intereses.Los hechos más protuberantes han sido la desautorización de Chávez como mediador ante las Farc, el ataque de Sucumbíos en que las fuerzas del orden colombianas dan de baja a Raúl Reyes en territorio ecuatoriano y la posible utilización de bases militares colombianas por personal norteamericano. En el caso Reyes la reacción es tal, que ordena la militarización de la frontera y en los últimos la ruptura de relaciones diplomáticas y el chantaje extorsivo de cierre del comercio y expropiación de las inversiones colombianas en Venezuela.
En cada una de sus bravatas en vivo y en directo, da órdenes, moviliza tropas, expulsa funcionarios, insulta a Jefes de estado y asumiendo comportamiento mesiánico dicta cátedra política y ordena cosas que solo caben en su delirante imaginación como el anunció de una autopsia al cadáver de Simón Bolívar, 178 años después de su muerte para establecer “que se trataba de un asesinato de la oligarquía colombiana.
Hay que ponerle cuidado a Chávez, detrás de sus convulsiones verbales y su calculado histrionismo presenta una faceta de militarismo exacerbado que debe ser una alerta temprana sobre sus verdaderas intenciones. Con seguridad amerita revisar en forma el tema de Bases Militares de manera que puedan cumplir un efecto disuasivo sobre las pretensiones belicosas del caudillo.
Pobre papel han jugado el Ex presidente Samper y los líderes de la izquierda colombiana al tratar de ejercer una diplomacia paralela. Olvidando que por Constitución las Relaciones Exteriores son del exclusivo resorte del Jefe del Estado, el primero se fue en busca del protagonismo que no ha logrado después del 8000 y los segundos para congraciarse con Chávez quién sabe con que propósitos. A estos les bailó el indio, ordenó el regreso del embajador a Bogotá pero con la orden de no hacer nada. A Samper le dijo que prefería hablar con María Ema Mejía o al menos con Amparo Grisales. En esto marcó un punto de sensatez. Yo habría preferido lo mismo.
www.edgarpolo.blogspot.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario